El leopardo es el epítome del sigilo. Su mismo nombre trae imágenes mentales de este gran gato moteado agachado en la rama de un árbol, esperando el acercamiento de una gacela o de un cuerpo elegante y manchado, deslizándose silenciosamente a través de la hierba seca de la sabana sin apenas una ondulación, mientras se acerca a su objetivo elegido.
Sin duda, el silencio y el sigilo son marcas registradas de este depredador, del género Panthera, miembro de Felidae. Los otros miembros de este género son el león (Panthera leo), el tigre (Panthera tigris), el jaguar (Panthera onca) y el leopardo de las nieves (Panthera uncia). Descubrimos hechos asombrosos sobre los leopardos.
1. Un cazador poderoso, que huye de otros depredadores
Aunque es un cazador poderoso e inteligente, los leopardos no siempre se encuentran en la cima de la cadena alimentaria. En África, los leones y las manadas de hienas o perros pintados pueden matar leopardos. En Asia, un tigre puede hacer lo mismo.
Los leopardos hacen todo lo posible para evitar a estos depredadores, cazan en diferentes momentos y, a menudo, persiguen presas diferentes
Los leopardos hacen todo lo posible para evitar a estos depredadores, cazan en diferentes momentos y, a menudo, persiguen presas diferentes a las de sus competidores y descansan en los árboles para evitar ser vistos.
2. Pueden trasladar cadáveres pesados a los árboles
Los leopardos son trepadores de árboles muy hábiles. Suelen descansar sobre las ramas de éstos. Pero los árboles son mucho más importantes que los lugares para dormir de los leopardos: lo más probable es que pierdan sus presas ante las hienas marrones, si no pueden trasladarla hasta ellos. Pero, afortunadamente, debido a los poderosos músculos de la mandíbula, los leopardos son lo suficientemente fuertes como para arrastrar cadáveres más pesados que ellos hasta los árboles.
Se ha observado a un ejemplar arrastrar una jirafa joven, que pesaba casi 125 kilogramos.
3. Se adaptan a una amplia variedad de hábitats
Los leopardos se adaptan fácilmente a una amplia variedad de hábitats, altitudes y temperaturas, desde altas montañas hasta desiertos y selvas tropicales. Los más grandes llevan el nombre de las regiones donde se encuentran, como el leopardo del norte de África y el leopardo persa.
Todo lo que necesitan es maleza, vegetación espesa, cuevas o terreno rocoso para esconderse y cazar
Todos pueden vivir sin beber agua hasta por 10 días, obteniendo la humedad que necesitan de sus alimentos. Todo lo que necesitan es maleza, vegetación espesa, cuevas o terreno rocoso para esconderse y cazar. Generalmente, descansan durante el calor del día en arbustos, rocas, cuevas o incluso en un árbol, dependiendo de su hábitat. De los grandes felinos, los leopardos son los más arbóreos. Para ello, disponen de colas largas para ayudarles a mantener el equilibrio en las ramas.
4. Son animales nocturnos
Los leopardos, como todos los grandes felinos, tienden a ser nocturnos. En su mayoría son activos por la noche. Realizan la mayor parte de su caza después del anochecer cuando hace más fresco, por lo que la mayor parte de su sueño se acumula durante el día. También es bueno para evitar el cálido sol africano. En su mayoría, pasan el día descansando.
5. Una reproducción peligrosa
Los machos y las hembras se encuentran a través del olfato, y un macho puede seguir a una hembra durante varios días antes de que esté lista para reproducirse. Incluso entonces, un encuentro de cría puede ser peligroso, ya que ambos felinos tienen garras y dientes afilados y saben cómo usarlos.
6. Los cachorros continúan viviendo con sus madres durante unos dos años
Una hembra generalmente da a luz a una camada de dos o tres cachorros. Abandona su estilo de vida nómada hasta que éstos son lo suficientemente grandes para acompañarla. Los mantiene ocultos durante las primeras ocho semanas y los mueve de un lugar a otro hasta que tengan la edad suficiente para comenzar a aprender a cazar.
Prueban la carne por primera vez a las seis o siete semanas y dejan de mamar después de unos tres meses. Continúan viviendo con sus madres durante unos dos años.
7. Son buenos nadadores, saltadores increíbles y muy rápidos
Los leopardos no son tan acuáticos como los tigres, pero son buenos nadadores y son uno de los pocos felinos a los que les gusta el agua. Además, pueden saltar hasta seis metros hacia adelante y tres 3 metros hacia arriba. Son grandes atletas, capaces de correr en ráfagas de hasta 58 kilómetros por hora.
Por último, es importante señalar que, aunque el leopardo es un animal adaptable, capaz de vivir en varios hábitats, algunas subespecies corren un riesgo crítico. Los abrigos de piel legales durante muchos años y todavía se venden en secreto. Asimismo, se han talado muchos árboles en sus hábitats para proyectos de construcción y los cazadores furtivos los matan por sus bigotes, que se utilizan en algunas pociones de África Occidental. También, debido a que los leopardos se alimentan del ganado, los ganaderos que tratan de proteger a sus animales con frecuencia envenenan a los grandes felinos.
